martes, 14 de junio de 2011

El final como principio


Me miro al espejo
y no sé como llamarme
a una realidad que desconozco
no hago más que aferrarme.
Pronunciando mil palabras,
creyendo conocer,
sumergida en la monotonía de los días
intentando en la duda no caer.
Supongo que para no sentir el vacio
de una nada aparente
en la que lo envuelva todo
el cambio que caracteriza el presente.
Soportando la rutina
del aferramiento diario
mientras el encuentro y despedida
marcan el calendario.
Cada ser con su uso,
queriendo sentirse especial,
conjeturo que para ello
crean la identidad.
Buscan sus aspiraciones
se dejan guiar,
para no sentirse perdidos,
en esta sociedad.
Y todo ello desvanece la esperanza,
el tiempo sin cesar pasa,
el miedo crece
dejando cabida a una idea: la muerte.
Cuando la muerte acecha
vive el recuerdo,
la agonía en palabra
adiós al cuerpo.
¿Y qué es la muerte?
¿Un complemento, un sueño,
un final para siempre
o un descanso eterno?
Si la reencarnación existe,
¿qué a un alma pasa?
¿De antiguos trapos se desviste
y de nuevas túnicas se mancha?
¿Estaremos extraviados en la duda de la existencia,
perdidos en la marea del por qué,
mientras que el tiempo no cesa
inocentemente vocalizando un “sé”?
Machacando un mundo
quizá un sueño
matando a la corriente
de un ciclo no eterno.
Y si la vida es muerte
y la muerte acaba en nada
¿No seremos lluvia de estrellas
con uso de palabra?

1 comentario:

  1. Woo woo!! Vales para escribir poesía, definitivamente, además, me gustan tus temas, no suelen tratar de amor, y eso a mi por lo menos me agrada (es que casi siempre es lo mismo xD, alguno si me gusta, pero leches... xD). Este ya lo había leido xDDD mola un montón. Saludos pequeña y espero que se te llene al 200% el blog de poesías tuyas ò_ó

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